La manicura francesa

¡Hola de nuevo!

 

Hoy hablaré de la conocida manicura francesa. Muchas seguro que ya sabéis lo que es y, aunque haya pasado la ferviente moda que hace unos años hizo que la mayoría de las manos femeninas la lucieran, sigue siendo una apuesta sencilla pero segura para tener las uñas bonitas y elegantes. Originaria de París, ¿sabéis que tiene su origen en los “alocados” años 20? cuando las mujeres de entonces presumían así de unas uñas perfectas pero de aspecto natural. En la manicura francesa, como seguro que sabéis, la punta de la uña se pinta de blanco, mientras que en el resto se aplica un esmalte rosado casi oncoloro muy similar al color transparente que deja traslucir nuestra piel bajo la uña. Durante un tiempo también se pusieron de moda los postizos de estas características, aunque el resultado nunca era (ni es) comparable a la manicura francesa real.

 

En este tipo de manicura, la mujer puede elegir entre un acabado redondeado o uno más cuadrado, según su gusto personal. A mi personalmente me gusta hacer variaciones, es decir, añadir al resultado natural pequeños detalles de color o dibujos que dan un punto diferente a este tipo de manicura. De esta manera, su diseño sutil y delicado puede ser algo más transgresor dentro de su simplicidad -como en el caso que os enseño aquí elaborado con tonos azules-.

 

Antes de proceder a pintar las uñas, en la manicura francesa primero éstas se liman, se hidratan, se retiran cutículas y se aplica un producto endurecedor. Es un proceso de cuidado integral, por eso siempre es recomendable acudir a un profesional, ya que el precio es muy asequible, y no hacerlo en casa (por ejemplo para evitar que salgan esas indeseadas burbujitas). En mi centro tienes este tratamiento completo desde sólo 20 euros, y los repasos que son necesarios para su mantenimiento por 15 euros.

 

Te espero en c/Sant Quirze 19 de Sabadell. Puedes solicitar hora en el teléfono 931 87 78 30. ¡No cerramos al mediodía!

 

Un abrazo,

 

Gretty Guerrero