Esta
semana repasamos los orígenes de la técnica de la manicura,
haciendo un curioso viaje en el tiempo. El término manicura viene
de las palabras en latín “manus” (mano) y “cura”, es decir.
el cuidado de las manos. Surgió hace 3.000 años en China, para
satisfacer las necesidades de belleza de las cortesanas orientales.
Ya en la antigua Babilonia, ¡eran los hombres los que se pintaban
las uñas! pero con lápiz –no con pincel-, y los colores eran
negro y verde. También en ese periodo se creó el primer set de
instrumentos de manicura (en oro macizo). Después,
en el antiguo Egipto, Cleopatra (en la foto el personaje de Liz
Taylor) y Nefertiti se aplicaban henna en las uñas para darles
color, y en general las mujeres de clase alta pegaban piedras
preciosas a sus uñas. En cuanto al color, el rojo escarlata era
símbolo de riqueza ya que era un tinte muy caro en esa época. A las
clases trabajadoras sólo les estaba permitido utilizar tonos claros.
En
cuanto al primer esmalte de uñas como tal, éste se sitúa también
en China, pero “sólo” hace 600 años. Esta laca de uñas se
fabricaba con una mezcla de tintes vegetales, cera de abeja,
gelatina, claras de huevo y goma arábiga. De este modo, se
lograba una amplia gama de barnices diferentes. Años más tarde, en
el siglo XVII, también en Oriente, se llevaban las uñas
largas porque eran la prueba de que no se trabajaba con las manos
(otro símbolo de poder). Incluso las protegían con una especie de
férulas de oro para destacar aún más su longitud. Las tonalidades
favoritas eran por supuesto el oro, pero también el plata y el rojo
–siempre brillante-.
El
fervor por el crecimiento de las uñas llegó en el siglo XIX, cuando
se limaban para hacerlas lo más puntiagudas posible. En 1830 un tal
Doctor Sits fue el primero en utilizar una lima de árbol
en las manos de sus pacientes. Durante estos años, las féminas
bañaban sus uñas en aceites aromáticos y las esmaltaban con
colores muy suaves para transmitir elegancia, al contrario que en el
antiguo Egipto donde lo que se quería demostrar era grandeza. Y con
esto entramos en el siglo XX. En las décadas de los 20 y los 30,
surgió una moda según la cual las mujeres coloreaban sus uñas
con... ¡pintura brillante de coches! Y en este momento es
cuando se inventa el primer esmalte de uñas tal como lo conocemos
hoy en día (con pigmentos en lugar de tintes.) Y tras ello, se
empezó a comercializar en las droguerías de entonces. Las chicas que se consideraban "más modernas", así como las actrices de cine,
popularizaron en esas décadas la famosa y tan actual técnica de la
manicura francesa. Aquí aparecen también los primeros postizos,
pero su calidad era bastante mediocre y no tuvieron mucho éxito.
Después,
en los años 40 y 50, para la mayoría de mujeres ya empezó a ser
costumbre pintarse las uñas en casa, aunque también frecuentaban
salones de belleza para descubrir los nuevos esmaltes acrílicos.
Divas como Elizabeth Taylor o Rita Hayworth, recuperaron la
tendencia del rojo pasión en sus extremadas manicuras, y
las damas las imitaban. La técnica de la ‘media luna’ (es
decir, pintando el centro de la uña de un color y la raíz en
otro) cobra aquí un gran auge, aunque en realidad se pueden
encontrar referencia de este estilo ya a principios de siglo. En la
década de los sesenta y setenta, revive la manicura francesa siendo
ésta lo más chic, mientras que nace el gusto por colores “hippies”
como el verde, el azul o el caramelo. Poco a poco la moda se va
adaptando a las necesidades reales de la mujer trabajadora y el largo
de la uña se va acortando y dando una forma ovalada –lo que se
confirma en los años 80-. El Nail art nació entonces como
consecuencia de la experimentación de los profesionales con
estampados, texturas y decoraciones. Y el acabado de la uña también fue pasando
de ovalado a más cuadrado. Y por último los 90, donde acabamos este
recorrido porque el resto ya es historia –nunca mejor dicho-,
cuando en las nighty
girls
empieza el gusto por los colores neones y el negocio de los fabricantes de esmaltes crece ya a gran velocidad.
¡Espero
que os haya gustado esta colorida recopilación de datos curiosos
sobre la historia de la manicura!
¡Feliz fin de semana!
Gretty Guerrero
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