Una manicura o pedicura perfecta puede estropearse por diferentes razones,
ya sea con un esmaltado convencional, semipermanente o con uñas de gel. Hoy os
explicamos diferentes maneras de cuidar tus uñas, antes y después de pintarlas.
Empezamos con algunos remedios caseros para fortalecerlas: por ejemplo, bañarlas
con aceite de oliva. Es idóneo para las uñas frágiles, ya que es un producto
natural muy hidratante y fortificante. Humedece tus uñas con un algodón empapado
en el aceite, y procura mantenerlas así durante unos 20 minutos aproximadamente.
Después, lávate las manos. Haciendo esto un par de veces por semana notarás muy
buenos resultados. Otro truco muy natural, aunque algo más incómodo por su olor,
es el ajo. Es anti-bacteriano y protege de hongos o sustancias tóxica que puedan
perjudicar la salud de nuestras uñas. ¿Pero cómo aplicarlo? Corta un diente de
ajo por la mitad y frótalo por las uñas y cutículas. Minutos después, lávate
bien para eliminar el dichoso olor, jeje. Otro remedio casero puede ser el
limón. A esta fruta se le atribuyen propiedades fortificantes y de aceleración
del crecimiento de la uña. Sólo hay que impregnar las uñas con una fina capa de
zumo de limón.

En este sentido, existe en
el mercado una variada gama de productos especializados -para las cutículas,
para blanquear la uña, endurecerla, hidratarla etc...- que puedes conocer en mi
centro, ya que sólo trabajamos con las mejores marcas y te podemos asesorar. Ah!
y el esmalte, mejor SIN acetona, que ahora los hay y muy buenos.
En cuanto a la alimentación, las uñas -como el cabello-, están hechas de
proteínas (sobre todo queratina). Para que se mantengan resistentes y no se
escamen es bueno consumir alimentos que tengan proteínas, como por ejemplo
huevos, soja o carne. Además de dicho nutriente, las uñas necesitan de ácidos
grasos para estar sanas. Por ello no olvides consumir nueces, lácteos y
verduras. Y siguiendo con temas culinarios, debes saber que estar mucho rato en
contacto con el agua hace que las uñas pierdan fuerza, por lo que si vas a lavar
los plato a mano, mejor que sea con guantes. Otra acción altamente
desaconsejable es algo que normalmente tendemos a hacer como manía o costumbre:
raspar con los dientes u otra uña el esmalte que se está empezando a desprender.
Esto es muy dañino y hace que las uñas se debiliten y pierdan sus capas más
superficiales, se “deshojen”. Recuerda también que no conviene tener contacto
directo continuado con productos químicos como los de limpieza.
Algo que puede ser obvio pero no podemos olvidar es intentar evitar de
los golpes, sobre todo si nos hemos hecho una manicura profesional semi
permanente o con gel. Evita movimientos bruscos cuando estés trabajando por
ejemplo. O en el gimnasio, o en casa con la familia, o haciendo manualidades o
bricolaje, etc... También evita el roce excesivo son superficies demasiado rugosas como la tierra.
Y hasta aquí el Blog de hoy, cuando entre más la temporada de
calor os daremos más consejos para proteger y fortalecer las uñas de cara al
verano: frente al sol, el agua de mar o piscina, el propio sudor, etc. Gracias
por vuestra visita y un agradecimiento especial –como anunciamos esta semana en
nuestro perfil de Facebook- por las más de 2.000 visitas que en pocos meses ha
acumulado ya nuestro Blog. Un fuerte abrazo,
Gretty Guerrero
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.